Página 8 - Economía Cafetera No. 31

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tores del mercado interno. En todos los casos,
estas políticas llevan al mundo a un equilibrio
no cooperativo (como un dilema del prisio-
nero). La agenda propuesta por el autor se
enfoca en diseñar políticas que trasladen al
mundo de un equilibrio no competitivo a uno
competitivo.
En las últimas dos décadas, después del rom-
pimiento del Pacto de Cuotas del Acuerdo
Internacional del Café, la estrategia de ge-
neración de valor por parte de la producción
primaria fue la creación de atributos espe-
ciales del producto: origen, forma de produ-
cirlo (orgánico), buenas prácticas agrícolas,
preparaciones específicas, etc. que lograron
primas que el mercado les reconoce a los
productores.
El cuarto artículo: “Pueden las denominacio-
nes de origen reformar el relacionamiento a
lo largo de las cadenas internacionales de
suministro? El caso de Café de Colombia” de
Xiomara Quiñones, Marianne Penker, Chris-
tian Vogl, Luis Fernando Samper
, analiza si
las etiquetas de origen y más específicamente
las Indicaciones Geográficas (IG) permiten a
productores organizados definir estándares
de calidad y defender la reputación de los
productos alimenticios destacando su origen
y valor geográfico al consumidor. El café de
Colombia fue el primer producto alimenticio
no europeo registrado como Indicación Geo-
gráfica Protegida (IGP) bajo la legislación de
la Unión Europea (510/2006 seguida por la
1151/2012). Este artículo permite identificar
las dinámicas del esfuerzo colectivo y las re-
glas de juego desarrolladas por los caficulto-
res para proteger los derechos de propiedad
intelectual colectiva. Los resultados muestran
que los principios de diseño institucional de
Ostrom son muy útiles para entender la ac-
ción colectiva interna de los caficultores, y
también muestran claramente los desafíos en
la interacción con los procesadores industria-
les de café (i.e. tostadores internacionales,
dueños de marcas). Las IG han reestructu-
rado las relaciones a lo largo de la cadena
de suministro, ya que los tostadores interna-
cionales suscriben normas de los productores
que rigen el uso de la IGP, aunque el impacto
comercial de largo plazo aún no está definido
y depende tanto de la disposición a pagar un
mayor precio por parte del consumidor como
de la voluntad de los tostadores y propietarios
de marcas por destacar el origen del café.
El desempeño en los últimos años de algu-
nas caficulturas del mundo como la mexicana
ha sido decepcionante. En el quinto artículo:
“Competitividad sistémica en el sector cafeta-
lero mexicano” de
Pablo Pérez Akaki
, se dis-
cute sobre la competitividad del sector cafe-
talero mexicano, el cual ha sido fuertemente
afectado desde la liberalización de los merca-
dos y en los últimos años, por plagas que han
reducido fuertemente su importancia mundial.
Así, desde el enfoque de la competitividad
sistémica se realiza un análisis en diferentes
escalas que permite comprender las debilida-
des y problemas que tiene el sector cafetalero
mexicano. El ejercicio identificó que a esca-
la meta hay conflictos de gran profundidad
entre la sociedad nacional, que se permea
al conjunto de actores del país y del sector.
El análisis sugiere que las transformaciones
requeridas no son exclusivamente del sector
cafetalero sino de la sociedad en su conjunto.